En noviembre de 2012, me atreví a publicar una foto de uno de mis platos, para mi asombro, a la gente le gustó. Las fotos son "caseras", como digo yo, tal cual como las veo cuando me sirvo el plato. Así que, me animé a publicar más.
Mi familia, estaba entusiasmada con las fotos, e insistieron para que participase en un concurso a nivel nacional, abril de 2014. Fue un momento épico, creé una receta, gustó y ganó el concurso de aquel mes.
Publiqué el resultado y un amigo, de los que seguían mis publicaciones, me pidió la receta para una amiga, de él, que iba a abrir un restaurante en Seattle (Washington, USA). Me encantó la idea y me pareció increíble al mismo tiempo.
Un año más tarde, se me ocurrió una receta y diseñé un catálogo para promoverla. Unos meses más tarde, me convidaron para realizar una presentación sobre la misma, fue en noviembre de 2015.
Un día del verano de 2016, una amiga pasó a visitarme, era un día de calor, de esos en los que sólo te apetecen frutas de la época, como los melones o las sandías. Había preparado, precisamente, un zumo de sandía para ofrecerle. Mi amiga lo probó y nuestra conversación:
_ ¿De qué es?
_ De sandía.
_ ¿Sólo sandía?
_ Sandía con un ligero toque de canela molida.
_ ¿Sólo?
_ Sólo, no lleva agua añadida, es pura fruta.
_ Es una gran idea, está delicioso. Lo voy a preparar en casa.