Caldo

De repollo blanco

Esta foto muestra el caldo servido en un plato, se aprecian las hojas verdes blanquecinas y verdes muy oscuras, alguna alubia blanca y trozos de patata.

Por Susana deOliveira

Los caldos de repollo blanco, de grelos o nabizas son típicos en la cocina gallega. Son platos que confortan en las épocas de invierno o cuando llegan los primeros días fríos del otoño.

Además, tienen la peculiaridad de que están más ricos al día siguiente de prepararlos, porque se han concentrado los sabores y la patata se ha deshecho.

Otra curiosidad, las recetas se aprenden en casa y cada familia tiene una forma característica de hacerlo.

A mí, me gusta añadirle al final de la coción una ajada en blanco, ajos fritos en aceite de oliva virgen extra. Es mi toque especial, y en alguna ocasión, también, añado una guindilla al principio de la cocción, creando un sabor picante muy sutil.

Segun la R.A.E., Real Academia Española, la palabra caldo es un sinónimo de potaje.


Tanto en la cocina Española como en la Portuguesa es una tradición acompañar las comidas con pan.

Se utiliza la palabra caldo, caldo gallego, caldo madrileño... para indicar recetas que se confeccionan con verduras y legumbres, además de, ingredientes de origen animal. Mientras que con potaje, se hace referencia a platos confeccionados con ingredientes vegetales, y en ocasiones, se les añaden pescacados o mariscos.

Como todo lo que preparo es con ingredientes de origen vegetal, los caldos, como el que presento, son básicamente monocolores, y pueden estar preparados con patatas, verduras, como nabizas, grelos, repollo blanco, col lombarda o col gallega (berza), alubias blacas, ajos, guindilla, y A.O.V.E,.

Mientras que, cuando preparo los potajes, los ingredientes vegetales son más variados, en cuanto a el color me refiero, pues combino zanahorias, espinacas, pimientos, rojo o verde, tomate...

Como anecdota, cuando mi familia me vio preparar un caldo de repollo, el comentario fue de que no iba a saber bien porque no llebaba unto, el ingrediente secreto de los caldos gallegos. A lo cual respondí:
- no es necesario agregarlo, todos los ingredientes tienen su sabor carácterístico y como grasa, utilizo un buen aceite de oliva virgen extra.

Después de probarlo, ¡nunca más volvieron a hacer ese comentario!

Preparación:

La foto muestra los ingredientes para el caldo de repollo, un repollo blanco, algunas alubias blancas y tres patatas
  • Ingredientes, para 4 personas.
    • Un repollo grande, tres buenas patatas y la cantidad de alubias blancas pequeñas es al gusto, tal como muestro en la fotografía.
  • La noche anterior, ponemos a remojo las alubias blancas secas. Al día siguiente colocamos las alubias en una tartera, la llenamos con bastante agua y tapamos; cuando empieza a hervir, bajamos el fuego y dejamos cocer. Utilizo siempre una tartera con capacidad 3 l, de forma que las recetas son siempre para 4 personas.
  • A media cocción añadimos las patatas cortadas en forma de dados; cuando empiece nuevamente a hervir, añadimos una pizca de sal marina (al gusto) y dejamos cocer a fuego lento.
  • Cuando las alubias estén blandas, con una espumadera y un tenedor aplastamos algunas alubias junto con algo de patata para que el caldo engorde, revolvemos. El punto de textura es al gusto.
  • Cuando estén cocidas las alubias y las patatas, añadimos las verduras, bien lavadas previamente (las colocamos en agua con sal gruesa y un chorrito de vinagre) y cortadas.
  • Al caldo de repollo, una vez servido en el plato, le podemos añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra, en crudo, pues combina a las mil maravillas.
  • En otras ocasiones, preparo una ajada en blanco y la vierto en la tartera, antes de servir,

Y sin olvidarnos de acompañar el caldo con una buena rebanada de pan de centeno, de broa (maíz), de kamut, etc. Una buena costumbre tanto de la cocina Gallega, del noroeste de España, como de la cocina Portuguesa.