Por Susana deOliveira
Dan tanto para prevenir un costipado como para preparar la receta de algún estofado al horno y los comensales pregunten, cuál es el secreto de la receta, y se responde, lleva limón. Y al unísono todos dicen, ahhh.
Recuerdo una época en la que padecía resfriados continuos y mis amigas, con huertas con limoneros, me llenaban la cocina de limones. Llegúe al punto, de tener que decirles que se turnaran porque no conseguía comerlos todos..
Con tanto limón, practiqué algunas recetas, otras las aprendí como la de congelar el limón entero para cuando preparase una ensalada y poder rayarlo por las propiedades de la cáscara.
Me acostumbré a preparar infusiones de manzanilla y añadirles una buena rodaja de limón, la cual exprimía con la cuchara mientras la infusión se iba haciendo. O a preparar compotas de albaricoques, entre otras frutas, además de la de manzana, añadiendo cortezas de limón y palos de canela.
Y por cierto, cómo las preparo, pues sencillo, pelo la fruta, la corto en trozos pequeños, añado la corteza de limón y unos palos de canela (cantidad al gusto), cubro con agua y se va haciendo a fuego lento, revolviendo de vez en cuando. No añado azúcar durante la cocción, una vez servida la compota, espolvoreo un poquito de canela molida, pero esto es al gusto.
Limones, una de las frutas que nunca faltan en la cocina.
El estofado de zanahorias servido con arroz, es una receta que parece antigua con aromas de Oriente y sabores Mediterráneos.
Prepararla es muy fácil, como utilizo utilizo arroz integral, es lo que primero preparo, así mientras se va haciendo el arroz preparo el estofado.
En una tartera rehogamos en aceite de oliva virgen extra una cebolla muy picada, a fuego lento, cuando esté transparente la cebolla, añadimos unos dientes de ajo muy picados, revolvemos y rehogamos unos minutos, añadimos una cucharada de hierbas de la Provenza (la medida para aromatizar es siempre al gusto), rehogamos unos minutos y añadimos unos tomates sin piel y cortados en forma de dado, revolvemos y tapamos la tartera para que se vaya haciendo la salsa.
Cuando esté la salsa, añadimos las zanahorias cortadas en forma de disco, revolvemos y añadimos una guindilla (o más, al gusto), una pizca de sal marina (al gusto) y cubrimos con agua para que se cuezan, tapamos la tartera y cocemos a fuego lento.
Y para el arroz, utilizo un combinado de arroces, integral, basmati y salvaje (que no es propiamente un arroz, es un cereal de la misma familia que los arroces).
El Arroz Basmati es una variedad de arroz de grano largo, y es famoso por su delicado aroma y su sabor, realmente, exquisito. Basmati en hindi significa Reina de las fragancias.
El Arroz salvaje crece en la comarca de los grandes lagos del norte de Canadá y era el alimento sagrado de las tribus indígenas del área, por ello se le conoce, también, como Arroz Indígena o Arroz de Canadá.
Cuando sirvo el plato, sobre el arroz vierto unas gotas de limón directamente, le da un toque realmente especial.
Ingredientes
[para 4 personas | 800 g de zanahoria, 3 tomates medianos, 1 cebolla grande, 4 dientes de ajo, hierbas de la Provenza, 1 guindilla (o más, según el gusto), 1 limón, aceite de oliva virgen extra, 1 taza de té de arroz integra, sal marina (al gusto)]